sábado, 11 de abril de 2015

Fútbol, la gran pasión que mueve millones

Descubriendo los fundamentos del marketing, sí, pero lo que tenemos que hacer en esta vida es aquello que nos gusta, aquello por lo que sentimos pasión y pura devoción. En mi caso, el fútbol. 

22 hombres corriendo detrás de una pelota con el objetivo de introducirla entre tres palos. Fácil, sencillo y para toda la familia. Una tontería de juego para muchas personas, una forma de vida para otras. Pero lo que me interesa en este caso es los millones y millones de euros que mueve este mundo día a día, no solo en fichajes o venta de entradas, sino en publicidad, venta de camisetas, actos publicitarios de las grandes estrellas, promociones, etc.. un mundo donde el marketing está muy latente día a día. 

Sin ir más lejos, una de las competiciones más importantes del mundo, la Champions League, el campeonato europeo que enfrenta a los 32 mejores equipos del viejo continente, reparte 1.256 millones de euros entre sus participantes, todos ellos procedentes de derechos televisivos y de publicidad.

Cifras desorbitadas para el mundo en el que vivimos actualmente. El que menos gane se llevará 12 millones de euros (cifra otorgada solo por participar), mientras que el campeón de la competición podrá aspirar a recibir la suma de 55 millones de euros directamente para sus arcas. No está mal para una tontería de juego.

Podríamos englobar esta competición dentro de lo que se conoce como Marketing Deportivo. Para escenificar el impacto que tiene el deporte a lo largo del globo, fijémonos en la carrera de un gran futbolista como David Beckham. Posiblemente a este jugador no se le recordará como uno de los mejores de la historia, ni siquiera como uno de los grandes. Sin embargo, es muy posible que haya ganado más dinero que todos los grandes jugadores de la historia. Y todo ello, gracias al marketing y a una de sus ramas, la publicidad y promoción.

Durante su carrera profesional, ya alejado de los terrenos de juego en la actualidad, a David Beckham se le ha considerado el Rey Midas del mundo del fútbol. Ya sea a través de patrocinios o acuerdos comerciales, el jugador de nacionalidad británica era capaz de asegurar el éxito a aquella compañía que asegurara su marca a su imagen. 

Gran parte de este éxito radicó siempre en la intachable conducta del jugador inglés tanto dentro como fuera de los terrenos de juego, una imagen impoluta en lo personal y en lo profesional que le permitió ser considerado como una importante referencia para las marcas que hacían cola en la puerta de sus representantes para tratar de vincular los valores de dichas compañías a los del británico, unos valores pagados, por otro lado, de una manera muy generosa por parte de las firmas que finalmente lograban alcanzar un acuerdo con el ex del Real Madrid y Manchester United.

El temor de los especialista a que su retirada de los terrenos de juego hiciera perder fuerza al valor de la marca Beckham ha quedado rápidamente disuelto pues, no sólo no ha disminuído su capacidad comercial sino que, además, se ha incrementado con una dedicación plena y absoluta a su faceta como hombre de negocios que le ha permitido mantener importantes acuerdos con firmas de la talla de adidas o Samsung o incrementar su portfolio con otras como Jaguar.

Está claro, y se ha dado a lo largo de la historia, que el tándem deporte-marketing son y serán siempre un éxito, sobre todo gracias a la gran comunicación y distribución que se le da por todo el planeta. Los acontecimientos son eventos de alta trascendencia en lo que a público se refiere. En este caso me he centrado en uno de los ejemplos más llamativos como es el fútbol, pero desde los juegos olímpicos hasta el hockey sobre hielo, pasando por la gimnasia artística y el atletismo, los patrocinadores pagan cifras indecentes de dinero tanto a deportistas como organizaciones para que actúen de embajadores y de medios de promoción de sus marcas. 
Sin ir más lejos, en el Mundial de Brasil los patrocinadores pagaron un total de 34.000 millones de dólares solo para inscribirse como patrocinadores oficiales del campeonato más prestigioso del mundo del fútbol. Puede parece una inversión sin retorno, con VAN negativo para aquellos que entendemos las finanzas, pero está muy amortizada, pues los eventos deportivos siempre ocupan la cabeza de los ratings de las principales cadenas.

En mi opinión, el haber monetizado tanto el juego deportivo puede llegar a ser un error. Sí que es verdad que muchos de estos patrocinadores sirven de gran apoyo para los deportistas, contribuyendo a su formación y profesionalización, pero de esta manera muchas veces se encuentran sometidos al yugo de las grandes multinacionales que, al fin y al cabo, son las que mueven este mundillo. 
Lo que sí es cierto es que por muchos millones que inviertan y anuncios que encuadren en los campos y retransmisiones de fútbol, el juego seguirá siendo el juego, 22 personas detrás de una pelota con el objetivo de meterla entre los 3 palos. Bonito, sencillo y para toda la familia. 

P.D: para destacar la gran pasión que mueve este deporte, dejo un vídeo de grandes historias en el mundo del deporte que han inspirado grandes campañas de publicidad.


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